Dejamos la costa

     Ayer volvió a ser un día lluvioso. Decidimos dejar la costa para empezar a tirar hacia el interior. Pasamos Burdeos, y como no podía ser de otra manera, nos liamos en la salida de la autovía y fuimos a parar donde no pretendíamos. Aprovehamos para entrar en un parque de atracciones (léase juguetería gigante), hacer unas compras de urgencia y volver amirar el mapa. Ahora no tengo ni idea de dónde estamos, Hay un cartel que indica Libourne para allá. otro que pone Mountanne o algo así para el otro lado... La cuestión es que vamos en dirección Este, sospecho que hacia Bergerac. Entramos en tierra de buenos vinos. Mmmmm... Interesante!
     Por lo demás, la auto está funcionando de maravilla. Tuvimos un pequeño sustillo porque olía a embrague quemado. Pero maravillas de la tecnología! Pudimos ponernos en contacto con nuestro amigo Isidro en el chat del Facebook y nos hizo la revisión on-line. ¡Todo en orden! Resultó ser unsobreesfurzo al intentar subir un bordillo. Y es que no se puede tratar a un rinoceronte cual gacela... El espacio nos está resultando muy cómodo y amplio no notamos que nos falte nada. ¡Nos gusta nuestra casita! Ayer pusimos la sillita del Teo en el asiento de atrás y parece que le ha gustado. Y ahora yo puedo verlo todo desde alante. Menudas vistas! No me extraña que el Teo estuviera a gusto!
     Bien, ahora a comer y a seguir en ruta! Ah! si alguien sabe como poner una presentación de fotos en el blog, que me mande un correo, que no me sale!