lunes, 25 de febrero de 2013

Un año ganado



   El tiempo pasa deprisa, volando. A los días les faltarían un par de horitas y a las semanas algún día más. Y es que, a la que te descuidas, vuelve a ser Navidad y ya se ha pasado un año más. Tenemos una tendencia, no se si natural, aunque lo dudo, a hacer muchas cosas para sentir que ese tiempo escaso que creemos tener está siendo bien empleado. No hacer nada es sinónimo de perder ell tiempo.

   Pero ya hace algún tiempo que nos empezamos a dar cuenta de que eso no es realmente así, al menos para nosotros. Comenzamos por sacar la tele de casa, que nos daba cada vez menos y nos quitaba cada vez más. Luego cambiamos la ciudad arrastrante por un pequeño pueblo y de ahí, a una casa en medio de casi la nada.

   El tiempo pasa deprisa, volando. Y desde que Teo está con nosotros se ha hecho aun más evidente. Nosotros seguimos más o menos igual y en este tiempo él ha aprendido a caminar, a comer solo, a hablar, a bromear...¡ Y ya han pasado casi dos años!

   No queremos perder el tiempo y por eso hemos decidido parar. Parar para no hacer nada, simplemente vivir, lento y consciente. Yo dejé de trabajar cuando él nació. Raúl ha podido ir combinándose el trabajo para poder estar más tiempo con nosotros. Y ahora, nos vamos. Queremos disfrutar juntos de la vida, sorprendernos con las cosas pequeñas, aprender los unos de los otros. Queremos "perder" el tiempo haciendo cosas que nos hagan felices, cosas que para muchos serán vanales, inútiles e improductivas. Pero estamos convencidos de que lo mejor de esta vida no se puede comprar ni coger con las manos. Y estar cerca de esas cosas será la mejor inversión que hagamos para nosotros y sobretodo para Teo. No perderemos el tiempo. Lo ganaremos.

   No sabemos muy bien donde iremos, aunque la verdad, tampoco nos preocupa. Es más, mejor no saberlo. No hay destino concreto, ni objetivo concreto. Solo una pequeña gran consigna. Vivir feliz.

   Y al regresar, "chi lo sa?" En un año pueden pasar muchas cosas y preocuparnos por eso desviaría nuestra atención y nuestra energía. Ni el pasado ni el futuro existen. Solo ahora y aquí.

   Muchas veces habíamos hablado de tomarnos un año sabático cuando fuéramos mayores. Al jubilarnos, viajar y disfrutar. Tal y como está el patio, a saber a que edad nos jubilaremos. Tampoco sabemos si llegaremos a mayores, no sabemos si llegado el momento podremos o querremos. Ahora sí. Queremos y podemos. ¿Por qué hacerlo? ¡Y por qué no!

Mon   

2 comentarios:

  1. pues claro que si!
    yo de momento os espero con un tecito calentito... un poco màs lejos que de costumbre!
    os hechamos en falta família, mucho animo!

    ResponderEliminar
  2. Oh! quina enveja més sana viure així de lliure! Ni feines, ni hipoteques, ni lligams mentals que t'encadenin! simplement viure... No tothom és capaç de fer-ho! Enhorabona!

    Ivonne.

    ResponderEliminar