Pues llegó el final de la emocionante historia de la sillita de los demonios. Hoy ha llegado un mail de PayPal que nos reembolsan el importe de la compra. El vendedor no se ha dignado a contestar y yo estoy más cabreada que una mona. Aún podría haber sido peor, es verdad. Pero, qué rabia me da! El lunes encargaremos la que venden en España, que era notablemente más cara, pero ya no podemos arriesgarnos a que no llegue a tiempo. Supongo que viniendo de Guadalajara la cosa será más sencilla. Cruzo lo dedos, porque cada día tengo más la sensación de que entre internet y yo hay una especie de maldición... Las claraboyas no llegaron, y Raúl ha tenido que ir a buscarlas a Tarragona. Y venían con Seur, que se supone que es una empresa seria...
Veremos si éste es realmente el final de la sillita, o el Teo se convierte en el copiloto oficial de la expedición...
No hay comentarios:
Publicar un comentario