Rastros por pasta

Hacer intercambios con Laura era una tarea complicada. Es una de esas chicas apañás que sabe hacer mil cosas. Por eso no se me ocurría qué trueque hacer con ella.  Pero el otro día, mientras Raúl hacía unas cajas de la mudanza encontró que tenía unos nidos y otros rastros de animales repetidos y una lupa grande que no utilizaba. Pensamos que le podrían ser útiles para montar un rincón de observación para sus niños del grupo de naturalistas. ¿Y cual fue el cambio? ¡Pasta! Pero no billetes, sino una pasta de dientes que hace ella con arcilla que nos viene de perlas. Queremos intentar que todo lo que salga por el desagüe de la auto pueda ir directamente a cualquier sitio sin contaminar, y esta pasta es perfecta. ¡Gràcies, Laura!