martes, 29 de octubre de 2013

Últimos días en Rumanía

     Después de dejar la playa fuimos a Constanta. Buscando rápidamente imágenes en el Google sólo encontramos un edificio importante. Era una enorme construcción modernista en la orilla misma del mar. Al llegar a la ciudad no encontrábamos el edificio por ninguna parte. La ciudad seguía la linea de otras ciudades por las que habíamos pasado aunque quizás con un aire más moderno. Había un enorme centro comercial y muchos hoteles nuevos. Suponemos que debe ser un destino turístico importante. Paramos en un súper para llenar la despensa y cuando salimos ya era de noche. Una vez más nos tocaba buscar “hotel” casi a oscuras. Encima necesitábamos urgentemente internet para encontrar un Helpx en Bulgaria, ya que al final no podíamos ir al de Rumanía que teníamos pensado. Así que ya nos veis con el portátil en marcha enganchado a la ventana callejeando para cazar alguna señal. Lo hemos intentado dos veces y no hace falta que lo intenteis: no funciona, a no ser que el ordenador sea súper-megaveloz, que no es nuestro caso. Parecíamos de la secreta. Desistimos de internet y seguimos buscando parking.

      De noche casi todos los sitios parecen sospechosos. Los edificios parecen en ruinas, las caras oscuras parecen poco amistosas y tienes la sensación de que al final de cada calle te está esperando una banda de mafiosos (tranquilos, nunca es así). En una de éstas, encontramos un restaurante de lujo con parking en la calle. ¡Y mira tú por dónde, llegaba una señal de internet! Y para acabarlo de redondear, cuando salimos nos damos cuenta de que estamos delante del edificio modernista. ¡Toma qué bien! Por la mañana fuimos a dar un paseo. Un puerto deportivo con restaurantes italianos monísimos, un centro antiguo con todas las calles en obras, un museo de historia con una importante colección de restos romanos, varias iglesias, un par de mezquitas... Un monje vestido con una túnica marron y un gorrito de ganchillo nos regaló un vaso con una especie de trigo con leche, coco y frutos secos. No entendimos nada, pero nos gustó el gesto y encima estaba muy bueno.

     Como estábamos cerca del mar pensamos que sería un buen sitio para comer pescado fresco. No es fácil encontrar pescado en los súpers y menos aun encontrar una pescadería. Pero nos quedamos con las ganas porque para sorpresa nuestra nos dijeron que no había ningún restaurante que lo sirviera. Como ya era tarde nos tuvimos que conformar con los restos de la noche anterior.
De Constanta fuimos a Eforie, también a orillas del mar. Yo tenía ganas de dormir cerca de la playa, lavarme la cara con el agua salada y esperar en la arena a que acabara de subir el sol. Pero como el pescado fresco, tendrá que ser en otra ocasión. La playa en si no estaba mal, pero estaba rodeada de todo un complejo turístico que me recordaba a un parque de atracciones viejo y abandonado. Los chiringuitos estaban tapiados con tablones de madera, los toldos, rasgados, las letras de los carteles, desenganchadas.... El cuadro lo acababa de completar un par de sofás viejos de terciopelo con botellas de cerveza vacías alrededor y un señor borracho saliendo de una esquina. Parecía que hubiese pasado un huracán. A Raúl le dió muy mal rollo y nos fuimos a dormir al pueblo. Buscamos en internet a ver si encontrábamos algo que explicara semejante estampa y no encontramos nada. Es más, encontramos videos de este verano pasado con esas mismas playa repletas de gente.
Y de aquí ya salimos en dirección a Bulgaria. Nos han aceptado en la casa de unos ingleses en un pueblo que se llama Lomtsi. Calculamos que en una semana estaremos allí. No pasaremos por Bucarest. Es posible que nos estemos perdiendo una joya, pero con la visita a Budapest llenamos el cupo de ciudades grandes al menos hasta Estambul.
Y se acabó Rumanía. ¡Ay, Rumanía! Aun no hemos marchado y ya la echamos de menos... Queda apuntada para un próximo viaje.


2 comentarios:

  1. ¡esperamos noticias desde Bulgaria! Me encanta seguir vuestra aventura, gracias por compartirla!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti por comentar! Es muy agradable saber que tenemos compañía en el viaje. Un beso!

      Eliminar